Te compras algo que te hace ilusión. Y justo después… ¡zas! aparece la culpa.
No es que no pudieras pagarlo. No es que lo hayas hecho por impulso. Es que, por algún motivo, gastar en ti mismo parece un pecado capital.
Tranquilo: no es solo cosa tuya. La Economía del Comportamiento tiene mucho que decir sobre esto. Y no, no necesitas un máster para entenderlo. Solo necesitas un poco de contexto (y quizá un café mientras lo lees).
¿Por qué nos sentimos culpables al gastar en nosotros?
Ese malestar que aparece cuando te das un capricho no es casual. Se llama disonancia cognitiva: tu mente choca entre “me lo merezco” y “no debería haberlo hecho”.
Y a eso súmale la educación, los mensajes sociales y los mitos financieros tipo:
• “El dinero se gana con esfuerzo, no se derrocha”.
• “Primero las obligaciones, luego (quizá) el placer”.
• “Gastar en uno mismo es egoísta”.
Todo esto se traduce en una cosa: culpa económica. Ese sentimiento de que estás haciendo algo mal aunque, objetivamente, no lo sea.
¿Qué papel juega la Economía del Comportamiento?
Esta rama de la economía estudia cómo tomamos decisiones en la vida real (no en el Excel perfecto de la Economía Neoclásica). Y lo cierto es que las emociones mandan más de lo que creemos.
En el caso de la culpa al gastar, hay varios sesgos en juego:
• Sesgo de aversión a la pérdida: gastar se percibe como perder, incluso si ganas bienestar a cambio.
• Normas sociales internalizadas: te enseñaron que ahorrar es virtud y gastar es vicio.
• Descuento hiperbólico: valoras más el beneficio inmediato (placer) pero sientes que sacrificas un bien futuro (ahorro, seguridad, etc.).
Resultado: compras algo que te gusta… y te autocastigas mentalmente.
¿Cómo evitar la culpa (sin volverte un robot financiero)?
No se trata de justificar todo gasto, sino de darle sentido. Aquí algunas ideas:
✅ Ten un presupuesto emocional: un % fijo para ti, sin culpa. Ya está previsto.
✅ Cuestiónate las creencias heredadas: ¿de verdad gastar en ti está mal? ¿O solo es lo que te enseñaron? Por eso es tan importante la Educación Financiera desde niños.
✅ Sé intencional con tus gastos: si lo elegiste con conciencia, no tienes que arrepentirte después.
✅ Recuerda: ahorrar no significa castigarte, y gastar no significa perder el control.
Si te interesa entender cómo tomamos decisiones con el dinero, no te pierdas esta guía sobre sesgos cognitivos.
Gastar en ti no debería doler
No es egoísmo. No es irresponsabilidad. Es autocuidado financiero.
La Economía del Comportamiento no solo nos ayuda a entender por qué actuamos así, sino que nos da herramientas para decidir mejor… sin sabotearnos en el camino.
¿Quieres aprender más sobre tu relación con el dinero (sin culpa)?
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