Ojalá alguien te lo hubiese dicho antes…
Pero aquí estás, con más de 40 años, un trabajo estable (más o menos) y ese pensamiento que ronda: “¿Y si no me da para jubilarme?”
Respira. No estás solo.
Pero sí, es cierto, la confianza en la jubilación debe ser realista: o me la organizo yo o poco puedo esperar del Estado.
Y no, no llegas tarde. Pero cuanto más tardes en ponerte, más cuesta arriba será. Por suerte, ahorrar para la jubilación después de los 40 no es misión imposible. Solo necesitas un plan… y no caer en el drama.
Primero: deja de castigarte
Lo que no hiciste a los 25 ya no se puede cambiar. Pero lo que haces hoy sí puede marcar la diferencia en tu futuro. Ahorrar para la jubilación no es cuestión de edad, sino de actitud. Así que no te agobies: organiza.
¿Cuánto deberías ahorrar al mes?
No hay una cifra mágica, pero una regla orientativa sería guardar entre el 15% y 20% de tus ingresos netos si empiezas a partir de los 40. ¿No llegas a eso? Empieza con lo que puedas, pero empieza.
💡 Consejo EPA: Prioriza la constancia sobre la cantidad. 100€ cada mes durante 20 años valen más que 500€ sueltos y esporádicos. Efecto compuesto o bola de nieve del que siempre hablamos.
Paso 1: Calcula lo que te hará falta (y lo que tendrás)
Haz una lista con dos cosas:
• Cuánto te gustaría cobrar al mes al jubilarte.
• Cuánto te dará el Estado con tu pensión pública (puedes hacer una estimación en la web de la Seguridad Social).
La diferencia entre lo que querrías tener y lo que te darán… es tu objetivo de ahorro.
Si quieres una guía más completa sobre cómo planear tu jubilación paso a paso, te dejamos este contenido: Tu guía para preparar la jubilación con tranquilidad.
Paso 2: Automatiza tu ahorro
No te fíes de tu fuerza de voluntad. La clave está en separar ese ahorro justo cuando te entra la nómina. Puedes hacerlo con:
• Transferencia automática a una cuenta aparte
• Herramientas de redondeo o apps de ahorro programado
• Inversión automática si ya tienes algo de experiencia
Paso 3: Elige bien dónde guardar ese dinero
Lo decimos sin rodeos: una cuenta corriente no es un plan de jubilación.
Opciones que puedes valorar:
• Cuentas remuneradas o depósitos a plazo fijo (baja rentabilidad, pero más seguridad)
• Planes de pensiones privados (ojo con las comisiones)
• Fondos indexados o fondos de inversión a largo plazo
• Inversión periódica (DCA) para suavizar el riesgo
🎯 Recuerda: si no entiendes el producto, no inviertas. Y si te lo recomienda cualquiera, incluso tu banco sin explicarte nada, sospecha.
Paso 4: Revisa y ajusta cada año
Lo que te sirve este año puede no servirte en cinco. Revisa:
• Cuánto estás aportando
• Si tus ingresos han cambiado
• Si tus gastos han bajado (o subido)
• Cómo está evolucionando tu inversión
Ahorrar para la jubilación no es un sprint, es una maratón con alguna que otra curva.
¿Y si empiezo a invertir?
Si tienes más de 40 y no quieres que tu dinero pierda valor con la inflación, sí, deberías considerar invertir.
Eso sí:
• Con horizontes de largo plazo (mínimo 10-15 años)
• Con productos que entiendas
• Evitando promesas milagrosas
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Conclusión: Hoy es mejor que mañana
Sí, cuanto antes empieces, mejor. Pero si aún no lo has hecho, hoy es el mejor día para empezar. Y si tienes más de 40, no estás perdido: estás a tiempo.
Solo necesitas un plan que no te agobie y un sistema que funcione para ti.
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