La primera vez siempre impone (y con tu dinero, más)
La primera vez que inviertes puede darte más vértigo que ilusión.
Y no es para menos: hay riesgos, términos que suenan raros, plataformas que prometen rentabilidad del 15 % “sin riesgo”… y, cómo no, el amigo de turno que te dice “esto es lo mejor que vas a ver, aprovecha ya”.
Spoiler: no es lo mejor. Y aprovechar “ya” casi nunca sale bien.
Invertir por primera vez no debería ser una prueba de fuego, pero muchas veces lo es. Y no porque la inversión sea difícil, sino porque nadie te enseña lo que no tienes que hacer.
Todos te dicen “diversifica”, “piensa a largo plazo” o “no metas todo en cripto”… pero nadie te explica qué errores son los que realmente hacen que la gente pierda dinero (o la paciencia).
Este artículo no es para asustarte.
Es para acompañarte en tu primer paso con la cabeza bien puesta y los ojos bien abiertos.
Como ese Pepito Grillo que no te dice “no lo hagas”, pero sí te dice:
“Oye… ¿estás seguro de que sabes dónde te estás metiendo?”
Porque en esto de invertir, equivocarse es parte del juego.
Pero si puedes saltarte los errores más comunes, mucho mejor.
Error 1: Invertir sin entender lo que estás haciendo
Porque “me lo recomendaron” no es una estrategia de inversión
Esto es más común de lo que parece.
Alguien te habla de una oportunidad “muy buena”, te suena a que podrías estar perdiéndotela… y sin pensarlo mucho, pones dinero.
Pero invertir sin saber en qué estás invirtiendo es como firmar un contrato sin leerlo solo porque te lo pasó alguien de confianza. (Spoiler: los de confianza también se equivocan. Y a veces cobran comisión.)
¿Cómo sabes que estás cayendo en esto?
• Usas frases como: “me dijeron que esto iba a subir”, “he visto que todo el mundo lo está haciendo”, “dicen que es lo más seguro ahora mismo”
• No sabes exactamente en qué consiste la inversión, cómo se gana dinero con ella o qué podría salir mal
• Si mañana pierdes todo, no sabrías ni a quién reclamar
💡 Consejo EPA: Antes de invertir en cualquier cosa, asegúrate de poder responder (con palabras normales) estas tres preguntas:
1. ¿Cómo gana dinero esta inversión?
2. ¿Qué pasa si baja, se retrasa o va mal?
3. ¿Cuánto tiempo puedo tener ese dinero sin tocarlo?
Si no tienes claro eso, no estás invirtiendo: estás apostando con los ojos cerrados.
Error 2: Seguir consejos de alguien que no arriesga su propio dinero
El clásico “invierte tú… que yo ya te aviso si va bien”
A veces la recomendación no viene de un experto, ni de un asesor regulado, ni de alguien que se haya leído las condiciones del producto.
A veces viene de alguien que te cae bien.
Un amigo. Un cuñado. El chico del coworking que parece que sabe.
Y claro, como confías en él o ella, das por hecho que es una buena decisión.
Pero cuidado: una buena persona no siempre es una buena referencia financiera.
Sobre todo si no invierte en lo mismo que te recomienda.
O si gana algo si tú entras.
Señales de alerta (a.k.a. red flags)
• “Yo todavía no he invertido, pero lo voy a hacer pronto”
• “Tranquilo/a, esto lo hace todo el mundo ahora”
• “Conozco a alguien que ganó mucho con esto”
• “No te lo pienses demasiado, hay que entrar ya” → esta es la favorita de los vendehumo
Consejo EPA: Antes de seguir el consejo de alguien, hazte esta pregunta:
¿Esta persona ganaría algo si yo invierto?
Y si no invierte su propio dinero, ¿por qué debería hacerlo yo?
Si la recomendación suena más a venta que a ayuda… probablemente lo sea.
Error 3: Poner todo tu dinero en una sola inversión “segura”
Porque si algo suena demasiado perfecto… es que algo no te han contado
Hay un tipo de confianza que da miedo: esa que te hace pensar que ya lo tienes todo resuelto porque alguien (o tú mismo/a) te ha convencido de que esa inversión es “segura”, “estable”, “garantizada”.
Y ahí vas: metes todo tu dinero en un solo sitio porque te dijeron que no había margen de error.
Y claro, luego pasa algo inesperado (porque siempre puede pasar algo inesperado) y te quedas sin red.
¿Qué pasa cuando apuestas todo a una sola carta?
• Si va mal, lo pierdes todo
• Si no puedes sacar el dinero cuando lo necesitas, te ahogas
• Si baja un poco… te entra el pánico (porque no tienes otro plan)
💬 Consejo EPA: Ninguna inversión es “segura” si depende de un solo activo, producto o promesa.
Ni siquiera dejar todo en una cuenta bancaria lo es si hablamos de largo plazo (¿recuerdas la inflación?).
Mejor varias inversiones imperfectas… que una que parecía perfecta pero te dejó temblando.
¿Quieres un nombre técnico para esto? Se llama diversificación.¿Quieres uno más humano? Se llama no poner todos los huevos en la misma cesta.
Y funciona.
Error 4: Invertir con dinero que podrías necesitar pronto
El famoso “lo metí todo y justo me surgió una urgencia”
La inversión tiene un pequeño detalle que a veces se pasa por alto: no siempre puedes tocar el dinero cuando te apetezca. Y si lo haces, puede que pierdas parte de lo invertido, pagues penalizaciones o simplemente saques menos de lo que metiste.
¿Resultado?
Te ves vendiendo deprisa algo que debías dejar madurar, solo porque no dejaste margen para imprevistos.
Señales de que estás cometiendo este error:
• Inviertes sin tener un fondo de emergencia
• Te quedas con menos de lo que necesitas para el mes “por probar”
• Asumes que podrás retirar el dinero “si pasa algo”, sin revisar si realmente es así
💬 Consejo EPA: Antes de invertir, asegúrate de que ese dinero no te va a hacer falta en los próximos meses.
Y si te da un poco de vértigo pensarlo, aquí va una regla sencilla:
No inviertas lo que podrías necesitar para vivir tranquilo.
Primero la base, luego el riesgo.
Error 5: Obsesionarte con el corto plazo
Spoiler: la inversión no funciona con prisas (ni con ansiedad)
Invertir no es pedir comida a domicilio.
No ves resultados en 30 minutos ni tienes opción de cancelación sin coste.
Pero cuando empiezas, es fácil caer en la trampa del refresh constante:
“¿Subió hoy?”
“¿Y si vendo ya que bajó un poco?”
“Esto no me está funcionando, llevo dos semanas y nada…”
¿Qué pasa si te obsesionas con el corto plazo?
• Tomas decisiones impulsivas (compras caro, vendes barato)
• Pierdes de vista tus objetivos reales
• Te frustras al primer bajón y abandonas justo antes de que mejore
💬 Consejo EPA: Invertir con prisa es como plantar un árbol y arrancarlo cada tres días para ver si ya echó raíces.
Las buenas decisiones financieras se notan a largo plazo.
Lo importante no es lo que hace tu dinero esta semana, sino lo que puede hacer en los próximos años.
Y si te cuesta tener paciencia, automatiza, apaga notificaciones, y recuerda: el dinero no crece por ansiedad, crece por constancia.
Error 6: No tener un objetivo claro
Invertir sin rumbo es como subirse a un tren sin saber dónde te bajas
Mucha gente empieza a invertir porque “hay que hacerlo”, “porque todo el mundo lo está haciendo” o “porque no quiero perder valor con la inflación”.
Todo eso está bien. Pero si no sabes para qué estás invirtiendo, cualquier movimiento del mercado se convierte en un drama.
Y lo peor: te vuelves vulnerable a cualquier consejo, moda o gurú de turno.
¿Qué tipo de objetivos deberías tener?
• Ahorrar para un viaje grande en 3 años
• Crear un fondo para la jubilación
• Lograr ingresos pasivos a largo plazo
• Proteger tus ahorros de la inflación
• Sentirte más libre financieramente
💬 Consejo EPA:
No hace falta tener un plan maestro con gráficos y plazos.
Pero sí necesitas una idea clara del “para qué” estás invirtiendo.
Un objetivo no solo te da dirección.
También te ayuda a no salir corriendo en cuanto el mercado estornuda.
Bonus: No saber cuándo dejar pasar una “oportunidad”
No todo lo que brilla es para ti (y no pasa nada)
Una de las habilidades más infravaloradas al invertir es saber decir:
“No. Gracias.”
No porque la inversión sea mala (aunque a veces sí), sino porque no encaja contigo, con tu momento, o con tus objetivos.
Pero claro, eso no te lo dicen cuando te pintan una “oportunidad única”:
• “Esto no va a repetirse”
• “Solo los que se mueven rápido ganan”
• “El que duda, pierde”
Y ahí estás tú, con la tarjeta en la mano y una mezcla de vértigo y FOMO financiero.
¿Cuándo conviene decir “no ahora”?
• Cuando no entiendes bien cómo funciona
• Cuando te lo están vendiendo con prisa
• Cuando necesitas pensarlo y nadie te deja hacerlo
• Cuando no va alineado con tu plan (si es que lo tienes)
💬 Consejo EPA:
A veces, la mejor decisión de inversión es la que no tomas.
Porque invertir no va solo de saber decir “sí”.
Va de tener criterio para detectar lo que es bueno… y lo que simplemente no es para ti (al menos no ahora).
No necesitas saberlo todo, solo saber dónde pisas
Y no dejarte llevar por las prisas, el miedo o las promesas bonitas
Invertir no tiene por qué ser complicado.
Pero sí exige hacer las cosas con cabeza.
Y eso incluye darte el permiso de equivocarte (porque vas a hacerlo), pero también tener el criterio de no cometer los errores que se pueden evitar.
No necesitas un máster en finanzas, ni seguir a 20 gurús en Twitter, ni leer todos los foros del mundo.
Solo necesitas hacerte buenas preguntas, entender qué estás haciendo con tu dinero y —muy importante— no dejarte llevar por lo que hacen los demás.
💬 Porque si vas a tomar riesgos, que al menos sean tuyos, pensados, y con los ojos abiertos.