Ahora que se acerca el final de año, son muchos los inversores que buscan opciones atractivas para dar una alegría a su cartera. Y es que, mientras algunos dicen que el mercado estadounidense se siente más caro que comprar palomitas en el cine, muchos nos preguntamos: ¿dónde está esa oportunidad dorada para poner a trabajar nuestros ahorros?
No todo está perdido en este momento en el que los precios siguen subiendo más rápido que un cohete lanzado al espacio. Morningstar ha compartido una lista de empresas que podrían ser los must-have de nuestras carteras. Pero aquí no hablamos solo de grandes nombres; también se trata de algunas empresas que se consideran estar infravaloradas.
Veamos qué cuentan los analistas acerca de ellas:
Estée Lauder
Estée Lauder no es solo maquillaje y perfumes; es prácticamente un imperio que convierte cada sombra de ojos y cada frasco de crema en un movimiento económico. Con marcas icónicas como Clinique y M·A·C y Aveda bajo su ala, esta gigante de la belleza es como el Avengers de los cosméticos: una alineación de élite que domina tanto en tiendas físicas como en el mundo digital.
Lo interesante aquí es que su relevancia no se limita a ayudar a la belleza, sino que su impacto económico es tan fuerte que hasta podría rivalizar con el presupuesto de una pequeña nación. Aunque el mercado puede ser volátil, la tendencia hacia el cuidado premium sigue siendo imparable (si estáis en la Newsletter os sonará lo que hemos analizado varias veces del sector del lujo y su comportamiento durante momentos de crisis).
GSK
GSK, o GlaxoSmithKline, parece el Tony Stark del mundo farmacéutico: siempre innovando y con un traje de alta tecnología (en este caso, una cartera de medicamentos protegidos por patentes). Con una línea de productos que abarca desde tratamientos respiratorios hasta vacunas y medicamentos contra el VIH, esta empresa no está aquí para jugar, está aquí para liderar.
Lo que diferencia a GSK es su cambio estratégico hacia la verdadera innovación, dejando atrás los pequeños retoques para apostar por avances significativos. Y ojo, no estamos hablando sólo de una compañía que combate enfermedades; su impacto económico es de nivel industrial.
Anheuser-Busch InBev
Anheuser-Busch InBev es el gigante cervecero que prácticamente inventó la frase “hacer crecer la espuma”. Dueña de marcas icónicas como Budweiser, Stella Artois y Corona, esta empresa no solo domina el mercado de bebidas, sino que también sabe cómo optimizar cada centavo, gracias a su estrategia agresiva de reducción de costos y expansión global.
En términos económicos, invertir en AB InBev es como apostar por el caballo más grande del hipódromo, pero con un detalle importante: este caballo también está sirviendo cervezas en cada esquina del mundo. Con operaciones eficientes y una escala inigualable, esta compañía tiene la receta perfecta para generar flujos de caja estables, incluso cuando la economía global tambalea. Porque seamos honestos, aunque las cosas vayan mal, la gente no sabe decirle no a una cerveza (“esto lo solucionamos con dos cañas”).
Huntington Ingalls
Huntington Ingalls construye los grandes barcos de guerra que la Armada de Estados Unidos usa para marcar el ritmo en las aguas internacionales. Si alguna vez has visto una película de guerra naval y te impresionaron esos portaaviones y destructores, es muy probable que este gigante los haya fabricado. Pero aquí no hablamos solo de acero y motores: estamos hablando de una industria que garantiza estabilidad financiera, porque *perogrullada alert*, la defensa nacional no es algo que los gobiernos tomen a la ligera.
Desde el punto de vista económico, Huntington Ingalls es una inversión defensiva en todos los sentidos. Con contratos a largo plazo y compras en bloque de buques que duran décadas en servicio, esta empresa es un reloj suizo en términos de ingresos predecibles.
Yum China
Yum China es como el chef estrella en el reality culinario del gigante asiático: sabe exactamente cómo capturar el paladar —y la cartera— de un mercado en constante evolución. Con marcas mundialmente conocidas como KFC, Pizza Hut y Taco Bell, esta empresa no solo sirve comida rápida; está redefiniendo la experiencia gastronómica en un país donde la tradición y la modernidad chocan en cada esquina.
Aprovechando tendencias como el alza de los ingresos disponibles, la creciente urbanización y el aumento de trabajadores de oficina, esta empresa se posiciona para liderar la transformación hacia un mercado más dinámico y accesible. Con una visión a largo plazo y un menú que combina estrategia e innovación, por ello Morningstar la cataloga como un ingrediente claro para cualquier portafolio con hambre de rendimiento.
Pfizer
Sin necesidad de presentación, Pfizer es un gigante farmacéutico que todos conocemos, ya sea por su vacuna contra el COVID-19 o por su larga historia desarrollando medicamentos que han cambiado vidas. Pero más allá de ser un nombre familiar, Pfizer es una auténtica potencia económica que se traduce en innovación constante y estabilidad para los inversores.
Con una cartera diversa de medicamentos y una capacidad impresionante para generar flujos de efectivo, esta compañía está bien posicionada para capear cualquier tormenta en la industria. Aunque se enfrenta al reto de las pérdidas de patentes en el horizonte, su enfoque en el desarrollo de nuevos tratamientos sigue siendo su carta ganadora. Para
los inversores que buscan una empresa sólida y con visión de futuro, Pfizer es la receta ideal según Morningstar.
Polaris
Polaris es la estrella polar —literalmente— del mundo de los vehículos recreativos y deportivos motorizados. Si alguna vez has visto a alguien surcando un sendero en un todoterreno, navegando en una moto de nieve o rompiendo olas en un lago sobre una lancha, hay una gran probabilidad de que Polaris esté detrás de esa aventura. Esta marca legendaria ha liderado el mercado durante décadas y no es casualidad: su innovación constante y su calidad excepcional son el combustible que impulsa su éxito.
Más allá de la emoción y el rugir de los motores, Polaris es un jugador estratégico en la industria, diversificando su línea y manteniendo su reputación de excelencia operativa. Para los inversores, Polaris combina adrenalina y estabilidad financiera, demostrando que no sólo saben cómo manejar curvas en el terreno, sino también en el mercado.
Rentokil Initial
Rentokil Initial puede que no sea el nombre que se te ocurra cuando piensas en empresas emocionantes, pero al parecer, son los héroes silenciosos que mantienen el mundo limpio, saludable y, sobre todo, libre de plagas. Especialistas en servicios de higiene, han hecho de su negocio una obra maestra de eficiencia y crecimiento estratégico.
Lo impresionante aquí no es solo su dominio del mercado, sino su habilidad para consolidar posiciones mediante adquisiciones estratégicas, como la compra de Terminix, que los ha llevado a ser líderes en Estados Unidos. Para los inversores, Rentokil Initial es una apuesta sólida: un negocio esencial, con costos controlados y una estrategia impecable que sigue limpiando la competencia.
Ambev
Ambev, la joya de la corona cervecera de América Latina, no solo llena vasos, sino también carteras de muchos inversores. Como parte del gigante Anheuser-Busch InBev, esta compañía domina la escena en Brasil, Argentina y más allá, con marcas que son casi tan populares como el fútbol en la región.
La receta del éxito de Ambev no solo se basa en la cerveza, sino también en su capacidad para manejar costes como un maestro cervecero. Tras superar desafíos como el aumento de los precios de materias primas, ahora está lista para levantar sus márgenes y brindar un futuro más espumoso para sus accionistas. Además, Ambev está capitalizando el gusto cada vez más sofisticado de los consumidores. Así que, si buscas una inversión refrescante, esta cervecera podría ser tu próxima gran apuesta.
Roche
Roche es el Mozart del mundo farmacéutico: un clásico que nunca pasa de moda y sigue marcando el ritmo en la industria. Esta empresa suiza no solo fabrica medicamentos que millones de personas necesitan, sino que también lidera en innovación en diagnóstico, ayudándonos a conocer mejor qué nos pasa antes de que sea demasiado tarde.
Lo que distingue a Roche es su enfoque en productos biológicos de alta tecnología, lo que la pone un paso por delante de la competencia en un mercado donde los avances científicos son la clave del juego. Además, su cartera de diagnósticos y tratamientos personalizados es como un traje hecho a medida para la medicina moderna. Con una estrategia tan bien afinada, Roche no solo tiene impacto en la salud global, sino también en los portafolios de quienes apuestan por una inversión sólida y a largo plazo.
Y tú, ¿qué opinas del análisis de Morningstar? ¿Son algunos de estos nombres los que tienes en tu cartera? Si no quieres perderte nada suscríbete a la Newsletter de EPA.