Si se caracterizó por algo la pandemia del Covid-19 fue por la de anomalías que vivimos: contradicciones continuas, gobiernos en pañales, ruedas de prensa vetadas,… Y en el sector bursátil no fue menos: brokers con listas de espera de meses para abrir una cuenta y nacimiento de numerosos “ejjjpertos financieros” en las redes sociales.
A ver si os vais a pensar que los “ejjjpertos” estaban solo en la política, que no. En Instagram había uno por cada like dado a una publicación de un gatito.
Influencers de pacotilla que se convertían en expertos en Bolsa para ofrecerte alcanzar la tan ansiada “libertad financiera” con tan solo meter 250€ al broker que les pagaba la colaboración de turno. Podría ser hasta gracioso si no fuera porque esto de broma tiene poco: la gente en sus casas, buscando cómo ganar dinero sentado en el sofá de forma rápida y estos personajes sin conocer la vergüenza, el caldo de cultivo perfecto para que todo estallara.
Yo, por ejemplo, no tengo ni idea de pintar, pero si me intentan vender un Van Gogh por cuatro duros me da pie a desconfiar, ¿verdad? No me sirve la excusa de “no tengo ni idea de inversiones y por eso caí”, que un influencer me hable de “invertir” 250€ mientras sujeta sutilmente un bolso Prada (falso o no) diciéndome que puedo solucionar mis problemas económicos, debería, cuanto menos, darme qué pensar, ¿no?
La primera semana de octubre de este año nos sorprendía Kim Kardashian en los titulares, y no por sus negocios, físico o cotilleo de salsa rosa VIP, sino porque fue multada por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (la SEC) por promocionar la inversión en una criptomoneda sin revelar que se trataba de una colaboración pagada. Porque claro, queda más cool sonar a modo altruista, qué maja la celebrity chivando a sus fans algo tan rentable y atractivo de forma casual.
Porque cobrar comisiones por el trabajo que haces está bien, de hecho, debería hacerse en más trabajos, pero cuando lo que haces es aprovechar tu imagen pública para jugar con algo tan delicado como son las inversiones… Ñe, qué menos que tener idea de lo que estás haciendo y a quién se lo estás vendiendo.
No obstante, los “ejjjpertos” pueden ir desde la Kardashian hasta antiguos tronistas y pretendientes de Mujeres y Hombres y viceversa. ¿De verdad esta gente convence a otra para invertir? Increíble pero cierto, y ahora la CNMV ha decidido emitir un comunicado diciendo que perseguirá estas prácticas (artículo publicado el 24 de octubre de 2022).
¿Multas y denuncias como panacea a esta lacra? Bueno, como medida disuasoria podrá funcionar en cierto modo, aunque muchas veces pasa como con los brokers que realizan malas prácticas – les sale más rentable pagar la multa y seguir haciendo lo que les da la gana, ya que la multa suele ser algo irrisorio en comparación con lo que ganan gracias a esos anuncios.
Educación Financiera, eso sí que funciona.
Aunque me atrevería a decir que lo que funciona es la Educación en general… Pero sin querer crear más polémica, me ceñiré a la parte económica: ¿Qué tipo de formación estamos dando para que la gente caiga en estas cosas hoy por hoy? ¿Todavía hay gente que cree que con 250€ podrá solucionar su mala situación económica? ¿Por qué llegamos a tener esa mala situación, culpa del sistema o influye nuestra forma de gestionarnos?
Por cosas como esta creé Economía Para Adultos, y no, no soy ningún Robbin Hood, pero me da mucha rabia ver cómo hay gente que sigue saliéndose con la suya a costa de otros, porque aunque nunca dejarán de hacerlo, sé que se puede contribuir a que cada vez sean menos personas las que caigan y eso habrá merecido la pena.
Sin embargo, la culpa no es solo de los que buscan aprovecharse de estos incautos, sino también de los que deciden caer en estas pamplinas, ya he dicho que no vale la excusa de “no saber de algo”. Este tipo de engañabobos se ve a la legua, no hace falta ser ningún erudito en la materia.
Por cosas como esta te recomiendo que te suscribas a mi Newsletter, no porque te cobre una suscripción (al menos no de momento), ni porque vaya a hacer de hermanita de la caridad, sino porque aprenderás más de este sector que con diez cursos y cien artículos que leas. Y estoy segura de que acabarás sabiendo identificar a vendehumos como estos.
La razón es sencilla: me gusta demasiado mi trabajo como para permitir que lo denigren cuatro interesados.
Aclaración final: invertir no es meter 250€ a través de cualquier anuncio o influencer de turno y esperar a que suene la flauta, con eso vete a un restaurante, pídete un buen vino y disfruta de un buen sushi. Hablo de invertir de forma seria y haciendo las cosas bien, que se dice pronto pero no es tan fácil.
