Desde bien pequeña me ha gustado mucho la cocina, tanto que siempre que mis abuelos cocinaban trataba de estar ayudándoles para aprender y, todo sea dicho, ir probando lo que cocinaban. ¿Su especialidad? La tortilla de patatas, qué locura.
Ya entonces veíamos a Arguiñano en la TV, porque, sorprendentemente, anoche busqué su edad por curiosidad, y resulta que el cocinero más salao’ de la pantalla tiene 74 años. Cómo pasa el tiempo…
No te cuento esto porque vaya a cambiar de profesión, que en un restaurante duraría poco, siempre me han dicho eso de “Elvira, sale más barato comprarte un traje que invitarte a comer…”, y no es mentira.
Te lo cuento por el debate de anoche con dos de los candidatos a la Presidencia del Gobierno en España – Señor Sánchez y Señor Feijóo. Eso sí que fue un programa de cocina y no lo de Karlos Arguiñano.
Vaya forma de cocinar datos por uno y otro lado, eso sí es un “yo me lo guiso, yo me lo como” en toda regla. Esa forma de que, hablando de un mismo dato, uno diga que gracias a él ha aumentado un 5% y el otro, hablando de lo mismo insisto, eche en cara que ha bajado un 8%.
Duda importante: ¿Son políticos o cocineros de datos? Lanzadores de frisbees como tercera opción quizás no está mal…
No me queda muy claro, y seguro que al resto de ciudadanos tampoco, porque, siempre, al final, este tipo de “debates” solo tiene un objetivo y una metodología:
- Objetivo = quedar mejor que el otro.
- Metodología a utilizar: “ytúmás”.
Votarás a quien quieras, o no votarás, o te abstendrás, o te pillará de vacaciones, o ni te acordarás de ese día. Me da igual.
Lo único que me importa es que tengas en cuenta que el panorama político y electoral, a nivel nacional e internacional, supone movimientos en las Bolsas, sea por la incertidumbre, la victoria de un color u otro o por empresas que anticipan lo que puede pasar en las urnas.
Y lo importante, mientras esta gente se lanza frisbees o se guisa sus propios datos para quedar bien es que tu dinero quieto en el bolsillo está perdiendo valor, porque el dato que no pueden negar es la pérdida de poder adquisitivo debido a la inflación.
En resumen, con la misma cantidad de dinero que antes puedes comprar menos cosas – ¿Te suena eso de “le he echado 50€ al depósito del coche y no llega a los tres cuartos… Antes con 50€ lo llenaba”?
Si lees noticias y datos vuelves a encontrar una cocina con varios fuegos, los que cuentan una cesta de consumo de referencia, los que incluyen otras cosas en el dato… Clases de economía aparte, lo cierto es que si no invertimos nuestro dinero vale menos.
Ojo, que invirtiendo podemos perder dinero, por supuesto, pero recalco, “podemos” (y no pretende ser ninguna indirecta ni lenguaje subliminal, que ya me veo a más de uno con el dardo para disparar). Pero si no invertimos, lo que es seguro, es que lo perdemos.
Renta fija, variable, carteras gestionadas, inmuebles, metales preciosos, derivados en Bolsa,… Será por opciones, coge la que mejor te venga a ti. Pero no cojas la de no mover tu dinero o te arrepentirás. Suscríbete a la Newsletter y empieza a ver el mundo de la Economía y la Bolsa desde otro punto de vista.
Quizás lo mejor de estos debates sea darte cuenta de cómo no puedes dejar quieto tu dinero con el nivel político que tenemos encima. Por sacar algo positivo…, que dicen que es lo que siempre hay que hacer.
