El comercio internacional está patas arriba. Con el anuncio de los aranceles de Donald Trump, las Bolsas mundiales siguen en su continua caída (con pequeño rebote de “gato muerto” hoy) y el precio del petróleo se ha descontrolado como si fuera una montaña rusa sin frenos.
Como es sabido, el petróleo es uno de los indicadores que mejor reflejan el escenario de la economía mundial, y en esta semana lo vuelve a hacer, siendo que a él no se le han impuesto aranceles. Con un precio de 60 dólares por barril esto ya no es solo cuestión de oferta en la OPEP+ o corrección, sino que muchos economistas hablan de anticipación de colapso económico.
Y es que el crudo está contemplando la tormenta perfecta: tensiones comerciales por todas partes, pánico de que el consumo baje en picado y un futuro económico con mayor incertidumbre de la habitual (y perspectivas algo pesimistas). Y es que las medidas arancelarias de Donald Trump, de las que ya hemos hablado en Economía Para Adultos, han encendido las alarmas de una posible recesión global.
Mientras los líderes mundiales se lanzan a la lucha arancelaria, el petróleo ha preferido hablar en su propio idioma, el de los precios. Caídas que reflejan miedo, producción que se dispara cuando nadie lo espera, y un mercado que sigue incierto y temeroso.
Por si fuera poco, la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) ha decidido abrir el grifo y aumentar la producción en 411.000 barriles diarios. Esta inesperada avalancha de crudo ha pillado por sorpresa al mercado, contribuyendo aún más a la caída de los precios.
Por otro lado, en el corazón de Europa, Hungría, se ha descubierto un nuevo yacimiento de petróleo que refuerza la seguridad energética de la región.
La presión por una gran desaceleración económica es evidente, y la caída del petróleo puede verse como un oráculo de lo que queda por venir, una consecuencia directa o incluso una oportunidad a que, de seguir presentes los aranceles, ciertos productos vean no tan incrementado su precio (contrarrestando el efecto de la guerra comercial). Veremos qué ocurre en estos días…